Fotoprotección

Los niños son uno de los grupos de la población en los que debe extremarse la fotoprotección. Desarrollan una actividad al aire libre mucho más importante que los adultos y además porque el principal factor de riesgo del cáncer de piel es la radiación ultravioleta (RUV), sobre todo aquella exposición producida durante la infancia. La mayor exposición solar (85%) se produce en las primeras dos décadas de la vida. La protección solar en niños está relacionada directamente con la prevención del cáncer de piel. Los efectos dañinos de la radiación UV son acumulativos e irreversibles.

La fotoprotección incluye todas aquellas medidas que se pueden instaurar para proteger a la piel de la agresión producida por la exposición solar, como las conductas de evitación solar, la protección con ropas, gorros y lentes y el uso de fotoprotectores.

Es necesario dar a conocer la importancia de la fotoprotección entre los padres, adultos a cargo y, sobre todo, entre los niños mediante campañas educativas que incrementen el conocimiento de las medidas fotoprotectoras y que favorezcan cambios en el comportamiento respecto de la exposición solar. 

Las estrategias de fotoprotección de acuerdo con las guías nacionales e internacionales recomiendan lo siguiente:

  • Protección contra la RUV todo el año; el sol actúa todo el año; protegerse también en días nublados.
  • Evitar la exposición solar especialmente entre las 10 y las 16 horas. 
  • Limitar el tiempo de exposición sin importar el horario o la estación del año.
  • Buscar siempre la sombra. 
  • Cubrir el máximo de piel posible: sombrero de ala ancha que cubra cuero cabelludo, nuca y orejas; ropa oscura y trama apretada o confeccionada con telas con factor de protección UV, preferentemente manga larga.
  • Llevar lentes con protección solar: protegen los ojos y región periocular y deben tener filtros solares homologados para esta edad infantil.
  • Los niños menores de 6 meses no deben exponerse directamente al sol, ni se les debe aplicar protector solar, por lo que las medidas físicas en este caso son fundamentales. 
  • Utilizar fotoprotectores. Elegir un protector solar de amplio espectro para UVA y UVB y aplicarlo en todas las zonas fotoexpuestas. La mayor efectividad del fotoprotector se consigue aplicándolo generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición. 
  • Reaplicar el protector solar cada dos horas o en caso de actividad física intensa en la que haya sido removido. La reaplicación tras la inmersión en agua es necesaria, aunque el filtro sea impermeable o resistente al agua. 
  • No olvidar que el 50% de la radiación solar se capta en la sombra, bajo sombrillas o árboles. El agua, la arena, la nieve y el cemento reflejan el 85% de la RUV. 

En el caso de los niños más pequeños es importante considerar que los padres deben instaurar todas estas medidas de fotoprotección, y tienen la responsabilidad de proteger a sus hijos de las radiaciones solares y de instaurar hábitos saludables de protección y evitación solar.