Cicatrices de acné

El mejor tratamiento de las Cicatrices de acné es prevenirlas. El acné es una patología altamente curable y si lo tratamos a tiempo logramos que no se generen cicatrices. Por tal motivo cuanto antes lo tratemos mejor. 

Hoy en día, el manejo de las cicatrices de acné ha cambiado radicalmente gracias a la aparición de láseres más eficaces, más seguros y que permiten una rápida recuperación. Actualmente contamos con láser de CO2 Híbrido el cual logra una gran mejoría de las cicatrices debido a su penetración más profunda en la piel, generando así un efecto superior. 

El protocolo de tratamiento de pacientes con cicatrices de acné se adapta a las características de sus lesiones. Si aún persisten lesiones de acné activas, utilizamos fármacos y comenzamos precozmente el láser vascular V-Beam Candela→ para disminuir la posibilidad de que se genere la cicatriz. Este láser lo utilizamos para el acné activo, cuando aun estan las lesiones inflamadas y cuando las cicatrices están rojas. Con él logramos disminuir el eritema inhibiendo así la fibrosis y cicatriz. En muchos casos con este tratamiento logramos frenar el proceso de cicatrización. Cuando no logramos tratar tan precozmente y el paciente ya se nos presenta con un acné cicatrizal optamos por el láser de CO2 Híbrido. El número de sesiones dependerá de la gravedad de las lesiones.

La piel de la zona tratada se pone roja y edematizada inmediatamente después del tratamiento y en los días posteriores pueden aparecer pequeñas costras que irán desapareciendo progresivamente. El paciente se puede maquillar o utilizar un protector solar con color enseguida del tratamiento e incorporarse a los pocos días a su vida normal.

En cicatrices atróficas frecuentemente asociamos  bioestimuladores. En cicatrices deprimidas a veces es necesario utilizar rellenos de ácido hialurónico o cirugía.